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El agua en el mundo

Por Yolanda Villegas *

6 agosto, 2020

El área total de superficie de la Tierra es de 510 millones de kilómetros cuadrados y más de 361 millones de kilómetros cuadrados (el 71% de la superficie total) está cubierta por los océanos, restando 149 millones de kilómetros cuadrados (el 29%), que es ocupado por tierra (Shiklomanov & Rodda, 2003). Estamos pues ante un mundo cubierto de agua.

La importancia del agua en nuestro planeta es indudable. Es fuente de vida y premisa fundamental para el desarrollo económico de los Estados. El agua “es la substancia más ampliamente distribuida en el mundo: aunque en diferentes cantidades, está disponible en todos lados y juega un rol vital en el medio ambiente y en la vida humana” (Shiklomanov, 1998, pág. 2).

Dicho rol se ha visto comprometido por los cambios masivos de índole antropológico en los ciclos hidrológicos de ríos y lagos, circunstancia que afecta gravemente la calidad del agua, su potencial como recurso y los presupuestos generados a nivel mundial para su utilización.

La escasez de agua “afecta a todos los continentes… cerca de 1.2 billones de personas, o cerca de una quinta parte de la población mundial, vive en áreas de escasez física, y 500 millones de seres humanos se están acercando a esa situación… otros 1.6 billones de personas, o casi un cuarto de la población mundial, enfrenta escasez económica de agua (donde los países no poseen la infraestructura necesaria para tomar el agua de los ríos y los acuíferos)” (UNDESA, 2014, pág. 1) .

En general, los problemas relacionados al agua dulce surgen en regiones donde existe una cantidad muy limitada de recursos hídricos, y donde el uso del vital líquido es alto por la población creciente, la industria y la agricultura. Actualmente nos encontramos frente a un escenario donde se encarecen las soluciones para el cabal suministro a los distintos sectores, pero la premisa fundamental, de acuerdo a la Conferencia de Mar de la Plata de 1917, es que debemos dar prioridad al abastecimiento de la población (antes que a los usos industriales o agrícolas), de tal forma que se cubran, sin importar sus condiciones de desarrollo social o económico, sus necesidades básicas en cuanto a calidad y cantidad (Gleick, 1996).

De un análisis de la información presentada por el Foro Económico Mundial en sus Reportes de Riesgos Globales de los años 2014 (Foro Económico Mundial, 2014), 2015 (Foro Económico Mundial 2015, 2015) y 2016 (Foro Económico Mundial, 2016), se desprende que las crisis del agua, el cambio climático, los eventos meteorológicos extremos y las catástrofes naturales, son factores de alto riesgo a nivel mundial en términos de probabilidad y de impacto.

De hecho, en el año 2015, el Reporte de Riesgos Globales señalaba que la crisis en el abasto de agua representa el primer lugar en cuanto al impacto mundial que tendría durante los próximos años (Foro Económico Mundial 2015, 2015).

Así las cosas, es de vital importancia dar puntual seguimiento a la situación del agua en nuestro país, que no está ajeno al estrés hídrico que aqueja al mundo. En mi siguiente columna comentaré el status quo del agua en México y de la potencial reforma a la Ley de Aguas Nacionales. ¡Hasta la próxima!

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